Cositas buenas

Madrid compite fuerte por convertirse en una capital del buen gusto. Si bien los bares ‘manolos’ de las patatas bravas y la tortilla mazacote son parte del paisaje, y menos mal, también proliferan espacios que ofrecen verdaderas ‘cositas buenas’, que diría el gran Paco de Lucía.

Arrancamos esta ruta por los caprichos de la ciudad en La Malaje (c/ Relatores 20), especializado en la cocina del sur de España. Prueben su ensalada malagueña de arenques, de merecida fama, así como la corvina salvaje al Jerez. Restaurante ‘bien’, aunque con un punto informal con vistas a un coqueto patio acristalado. Buena relación calidad precio.

Para los amantes de la casquería con un punto sofisticado, les recomendamos La Tasquería, que viene ser una tasca+casquería (c/ Duque de Sesto, 48). Sesos, mollejas, manitas, morros… y otras delicias del cerdo y la vaca servidos en elegantes presentaciones que los hacen más digeribles, al menos a la vista. Se pueden pedir raciones sueltas o cenar por todo lo alto, con abundancia de sólido y líquida, por unos 35 euros persona. Los callos se pueden disfrutar por menos de diez euros.

Y de lo castizo a lo más exótico y de moda, como el ramen, en un local que hace honor a su nombre Chuka Ramen (c/ Echegaray, 9), donde se puede disfrutar de la versión de la comida china interpretada al modo japonés. El ramen tiene fama de espectacular, pero no vayas sin probarte sus fantásticos baos, uno de los caprichos del Madrid más fusión, que rivalizan en sabor con los de Buns & Bones.

Y culminamos con otro plato estrella de la cocina asiática, como es el pollo tandoori al estilo Delhi con chutney de menta. No lo ofrecen en cualquier local indio de Lavapiés, muy recomendables por otra parte por su buen precio sin pretensiones, sino en el restaurante Benarés (c/ Zurbano 5). Abierto por el cocinero indio Atul Kochhar, con dos estrellas Michelin en su haber, vivirás un viaje a la esencia de esta cocina especiada. Uno de los indios de moda entre los restaurante de alta gama, con una espectacular terraza interior entre sus múltiples encantos.

Buen apetito.

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