La escalera más dulce hacia la Navidad

El periodo navideño se puede vivir de dos modos: a lo Scrooge, el huraño personaje del cuento de Dickens, o con buena cara e ilusión. Te animamos a optar por la segunda opción, cosa que será más fácil si sigues alguna de las recomendaciones que te proponemos.

Como acudir a patinar sobre hielo en la céntrica plaza de la Luna, detrás de Gran Vía, y sentir el frío del ambiente mitigado por el calor de nuestro esfuerzo. Abierta desde primeros de diciembre, ofrece servicio durante todo el día a 5 euros la hora y 7,5 durante el fin de semana.

No te puedes perder tampoco una visita a los mercados de Navidad en Madrid, que son varios y diversos, aunque el más conocido y entrañable es el de la plaza Mayor. Este año abre sus puertas el 26 de noviembre y los puestos estarán montados hasta el 31 de diciembre. Más de cien casetas con productos típicos de Navidad, sobre todo figurillas, musgo, belenes… para que montes tu nacimiento como lo hacían las generaciones anteriores. Y en la plaza contigua, la de la Cruz, los puestos con los artículos de broma, que no pueden faltar en una celebración de Nochevieja que se precie.

Otro clásico es el de plaza de España, visitable a partir del 10 de diciembre, centrado en los productos de artesanía, con artículos hechos a mano ideal para regalar a tu amigo invisible. Ceramistas, joyeros, artesanos del cuero, orfebres y un sinfín de oficios en este mercado con un punto medieval que se mantiene hasta el 5 de enero.

Si eres de los nostálgicos del Belén, te proponemos una visita a uno de los más logrados de la ciudad, el del Palacio Real. Un nacimiento al estilo napolitano que se remonta a tiempos de Carlos III, considerado uno de los más importantes en su género de todo el siglo XVIII. Desde entonces ha ido aumentado su tamaño con nuevas figuritas y materiales.

Tan sólo algunas propuestas para una Navidad, simplemente, muy navideña.

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